
COMO YO A TI
Me enamoré de Mar. Con el tiempo me hice su mejor amigo, hablábamos por teléfono durante horas, conocía nombre a nombre la dolorosa lista de sus ex novios, sus anécdotas, sus secretos durante los paseos de los domingos, ella tenía siempre cosas que contar. Una tarde me armé de valor y mirándole a los ojos se lo dije en el aparcamiento a la salida de la escuela:
- Te amo. No sé si alguien ha amado así alguna vez a otra persona. No podría dejar pasar un solo día más sin decírtela.
Se acabaron las llamadas y los paseos, dejé de saber dónde pasaba sus domingos, ya no volvía a casa en su compañía, pidió al director que le cambiase de aula.
- Lito, si no fueras minusválido, serías el primer chico con el que me enamoraría.
Recuerdo lo doloroso que fue todo eso, pero aprendí a sufrir y con un par de años después, ya cuando seguía carrera en la universidad me sucedió algo bastante usual que le ha ocurrido a cualquier en algún momento. Algunos mensajes llegaron tarde al mi teléfono y además de desar leerlas, no quise que ella supiera que lo he hecho.
- No, no es posible que yo no te haya amado: vergüenza me causa pensarlo.
A pesar de todo no guardé resentimiento, me propuse contestarla y romper su silencio de años. Permanecí tranquilo ante su voz al otro lado del teléfono porque creía profundamente que todo ocurre por una razón. Desde hace el día que me fui de la ciudad no más nos hablamos. Supe de su accidente por los amigos de la secundaria.
Y para Mar le dije:
- Si estar enamorado es quedarte flasheado al ver alguien, y verla en todos los rincones de tu vida aún cuando no esté presente… si estar enamorado es no dejar de pensar, desearle un bien que uno no sabe muy bien como dárselo (o si puede realmente dárselo), si estar enamorado es sentir todo lo que sentí un día, sonreír al pensar en la persona aún cuando estás solo en un café… Bueno, pues yo me he enamorado. Y me gusta verme así. Me encanta. Aunque no entiendo muy bien cómo ha pasado y por qué, pero hoy estoy enamorado, pero no de ti. Los designios de la vida son imposibles de desentrañar. Ojala, algún día, un chico que no sea minusválido enamórese de ti como yo. Eso es todo.
Rickardo Medeiros / Cuentos en español