
LA LIBERDAD DE EXPRESIÓN
POR RICKARDO MEDEIROS
Empecemos por comprender la libertad de expresión como algo que va más allá de la relación entre el Gobierno y los medios de comunicación, con la que casi siempre la asociamos. Su ámbito de aplicación es mucho más amplio e incluye también a todos los ciudadanos en sus relaciones entre sí. En días pasados, el haber emitido mi opinión sobre un tema religioso en una red social, me hizo merecedor de una reacción virulenta, grosera, vulgar e invasora de mi privacidad además de haber constituido una flagrante violación a mi derecho a expresarme y a mi integridad como persona. La persona a la que le incomodó mi comentario, procedió a vilipendiarme y a emitir opinión sobre mi vida privada.
El evento anteriormente mencionado conllevó a que me preguntara ¿qué es la libertad de expresión y cuáles son sus límites? Por su importancia, la libertad de expresión, está recopilada en la Declaración Universal de Derechos Humanos y las leyes de todos los Estados democráticos. Pero es menester saber, que aunque el derecho a la libertad de expresión sea erga onmes, NO es un derecho absoluto. Por lo tanto, la legislación puede prohibir, por ejemplo, que una persona incite a la violencia o a la discriminación racial, y en el campo privado, puede conllevar el castigo de enfrentar cargos por injurias y calumnias, debido a la responsabilidad ulterior que se tiene al haber ejercido su derecho a expresarse. En pocas palabras, todos tenemos derechos, pero también todos tenemos obligaciones para los demás.
En conclusión, tengamos presente que el límite de la libertad de expresión es la dignidad inherente que tienen todas las personas, que todo derecho termina donde empieza el derecho de los otros. Que cuando la opinión de una persona afecta nuestra forma de pensar, tenemos derecho de atacar esa opinión, no hacia la persona que la expresó, ya que esa persona también tiene derecho a expresarla. Hemos que tener responsabilidad por lo que decimos y respeto hacia los demás, respetando su dignidad para conservar la paz común.